16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación 2019: Una alimentación sana para un mundo hambre cero

Por Escuela de Pacientes - 13:25

En las últimas décadas, hemos cambiado drásticamente nuestras dietas y hábitos alimentarios como resultado de la globalización, la urbanización y el aumento de los ingresos. Hemos pasado de platos de temporada elaborados principalmente a base de plantas y ricos en fibra, a dietas hipercalóricas con un alto contenido de almidones refinados, azúcar, grasas, sal, alimentos elaborados, carne y otros productos de origen animal. Se dedica menos tiempo a preparar comidas en casa y los consumidores, sobre todo en las zonas urbanas, dependen cada vez más de supermercados, establecimientos de comida rápida y restaurantes de comida para llevar.


Foto: fao.org

La dieta poco saludable constituye el principal factor de riesgo de muerte por medio de las enfermedades no transmisibles (ENT), incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y ciertos tipos de cáncer. Los hábitos alimenticios poco saludables, relacionados con una quinta parte de las muertes en todo el mundo, también están repercutiendo adversamente en los presupuestos sanitarios nacionales.

La obesidad y otras formas de malnutrición afectan a casi una de cada tres personas. Las proyecciones indican que esta proporción en el año 2025 se convertirá en uno de cada dos. La buena noticia es que existen soluciones asequibles para reducir todas las formas de malnutrición, pero requieren un mayor compromiso y la toma de más medidas a escala mundial. (Fuente: fao.org)

Ø  Desde Cocinar Rico y Sano nos sumamos a esta iniciativa compartiendo la información sobre este día promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con las siguientes propuestas y recetas, en consonancia con las propuestas de la FAO para una vida saludable:

·       Añadir abundantes verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales a nuestra dieta: en este enlace hay disponibles más de 320 recetas, en su mayoría a base de, o con alto contenido en vegetales, legumbres o frutos secos.

·       Reducir el consumo de alimentos refinados, azúcar, grasas y sal: optando por acostumbrarse al sabor propio de cada alimento y recurriendo a especias y caldos caseros para potenciar los sabores y emplear para endulzar frutas o pasta de dátiles.

·       Cambiar los alimentos “blancos” refinados por opciones “marrones” más nutritivas: siempre que sea posible consumir arroz integral, pasta integral y panes artesanos e integrales.

·       Conocer las grasas que consumimos.

·    Pensar en el medio ambiente reduciendo la huella de carbono alimentaria y p. ej. adquiriendo alimentos sin excesivo embalaje o con embalajes biodegradables.

·     Elegir alimentos locales y de temporada, p. ej en mercados, compartiendo huertos, o recurrir a cooperativas o supermercados alternativos.

·       Comer pescado capturado de manera sostenible.

·       Mantener frescos los alimentos y desperdiciar menos.

·       Comer en compañía y cocinar en casa.

·       Aprender a leer las etiquetas.

·  Pedir opciones nutritivas y saludables allá donde comamos: colegio, universidad, trabajo, hospitales, residencias…

·       Hablar con las personas y compartir el conocimiento y respeto por los alimentos.

·       Hacer ejercicio todos los días durante al menos 30 minutos.

Ø Para saber más:
El 16 de octubre también se celebra el Día Mundial del Pan.

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