En estas fechas en las que retomamos el
ritmo escolar y hay que seguir educando a los pequeños en materia de
alimentación, puede resultarnos de
utilidad este extracto del libro “VIVE
SANO: HABITOS DE SALUD Y NUTRICION DESDE LA ESCUELA”
Transmitir nuevos sabores de forma
divertida
Con los niños es importante crear un entorno agradable para que el sabor de los nuevos alimentos vaya entrando poco a poco, de forma natural, una manera de transmitir nuevos productos de forma divertida y amena para ellos.
Importante
y destacable es el interés por hacer que la cocina vuelva a ser el espacio
centralizador de la vida social de los hogares. Consideramos que es muy
importante recuperar la cocina como un espacio dentro de la casa en el que los
niños pueden familiarizarse con los alimentos y fortalecer la relación con sus
padres. En este sentido es interesante actividades de formación y prácticas
como los talleres de cocina con un chef. Las recetas que los niños aprenden se
pueden poner fácilmente en práctica en sus casas y así acostumbrarse a ser
pinches de cocina junto a sus padres.
Esta
“socialización” del niño constituye una gran ventaja dado que, en estas edades,
muchos de ellos presentan grandes cambios en su alimentación, pasando de no
tomar algunas frutas y verduras a ser grandes aficionados a ellas, simplemente
por el hecho de cambiar la forma de preparación (gratinadas, mezclas de
colores, zumo, puré o ensaladas) o de servirlas (cortadas con formas y tamaños
diferentes), o porque su amigo o hermano también las comen o, simplemente,
porque es un nuevo “juego” que nos hemos inventado y en el que deberíamos
participar todos a la hora de la comida.
Nos
parece importante enseñar el proceso, la cocción de los alimentos y su
elaboración porque, con ello, acaban comiendo de todo.
-
Descubrir los nuevos sabores: variar los colores y los modos de preparación y
presentación, servirlas como primer plato y por separado, cuando los niños
están con más hambre, cambiar la estructura de las comidas, servir los
cereales, las hortalizas y las frutas como alimentos principales y las carnes
sólo como acompañamiento, hacer puré con diferentes verduras, triturarlas y
agregarlas en platos como, lasañas, canelones, rellenos de pastas, salsas, etc
-
Preparar y cocinar juntos: puede ser divertido elegir y leer juntos las
recetas, seleccionar los ingredientes, medirlos y observar cómo cambian durante
la cocción, mezclar ingredientes, romper y batir huevos, pelar frutas y
hortalizas, etc.
Todos
pueden colaborar en la limpieza de la cocina después de finalizada la tarea.
Talleres de cocina con niños
Ya que por lo general el niño suele comer en el colegio, hay que centrarse en las cenas de los más pequeños y, en concreto, en los alimentos que más les cuestan incluir en su dieta a los niños: las verduras y el pescado. Lo más indicado es que la cena incluya un plato de verduras, tanto cruda en forma de ensalada como cocinada.
Ya que por lo general el niño suele comer en el colegio, hay que centrarse en las cenas de los más pequeños y, en concreto, en los alimentos que más les cuestan incluir en su dieta a los niños: las verduras y el pescado. Lo más indicado es que la cena incluya un plato de verduras, tanto cruda en forma de ensalada como cocinada.
En
caso de que al mediodía el niño haya comido pasta, arroz, legumbres, conviene
ofrecerle bien una ensalada variada presentada de forma original con alimentos
que le den color y la hagan más apetecible, o bien un plato de verduras
cocinadas. Para que esta verdura resulte más atractiva, puede ser una buena
idea cocinarla rellena, en forma de brochetas, salteada, con diferentes salsas
ligeras, a la papillote, etc.
La
incorporación de frutas y hortalizas y su consolidación como parte fundamental
de la alimentación diaria de los niños no sólo es garantía de un aporte
adecuado de vitaminas y minerales con reducido contenido energético en estas
edades con gran demanda de estos nutrientes sino que, muy probablemente,
constituye la mejor inversión para su salud en la edad adulta.
·
Juguemos a combinar y mezclar con colores
Hay
que ofrecerles verduras de temporada, que le gusten y que sean vistosas,
combine colores, texturas, alimentos y sabores, y la receta será más apetitosa.
Los niños comen aún más que los adultos, por los ojos. Empleando pequeñas
cantidades de hortalizas picadas finamente o ralladas para mezclar y en
distintas texturas como purés, salsas, espumas, gelatinas, etc., todas en
figuras y formas diferentes que componen un collage divertido.
·
Y de postre… ¡dulce tentación de verduras!
Preparamos
con ellos postres dulces con hortalizas y verduras. Algunos ejemplos: tarta de
zanahoria, bocaditos de calabaza, guisantes recubiertos glasé, tomates cherry
caramelizados, frambuesas recubiertas de chocolate...
·
Divertidas brochetas vegetales
Distintas
combinaciones realizadas por los niños y dispuestas en la brocheta que luego se
van a comer. Con cada brocheta se puede jugar con diferentes formas de
cocinado: a la plancha, al horno, frita, rebozada, etc.
Algunos
ejemplos: brochetas de pollo o pescado con champiñones, pimiento verde y rojo,
tomates cherry, calabacín mini, berenjena, etc.
·
Lasañas y pastas rellenas con verduras
Partidas
en láminas o en trozos bien pequeños, rehogadas y mezcladas con la carne picada
o el pescado desmenuzado, un sabor original, que permite que se vayan
acostumbrando a nuevos sabores y texturas.
Algunos
ejemplos: lasaña rellena con jamón york, setas y espárragos trigueros, lasaña
de carne y pisto, canelones de espinacas y queso, etc.
·
Bocadillos y mini pizzas caseras
El
contenido de energía y nutrientes de los bocadillos y mini pizzas varía según
sus ingredientes; carne, pescado, queso, vegetales, etc. En cualquier caso, las
caseras y aquellas en las que se utilizan harinas integrales al menos
parcialmente, son más recomendables ya que de esta forma conoceremos la
“calidad” y la “cantidad” de los ingredientes y aseguramos un aporte de fibra.
Ingredientes
como queso fresco suave, jamón o fiambres de ave, atún, sardinillas, además de
diversas hortalizas o verduras tales como trocitos o ruedas pequeñas de cebolla
morada y dulce, pimientos verdes, amarillos y rojos, champiñones, alcachofas,
calabacín, berenjena, etc., conseguiremos una comida nutritiva y completa.
El
pescado es uno de los alimentos que más problemas presenta a la hora de ser
consumido por los más pequeños. Resulta útil ofrecerles piezas que no contengan
espinas y cocinarlos de formas diferentes para que el niño no se aburra. Puede
elaborarse con diferentes guarniciones de alimentos que den color al plato y,
en algunas ocasiones, utilizarse como ingrediente de relleno en tortillas,
empanadillas, croquetas, etc.
·
Dibujemos el mar en nuestro plato
Taller
en el que descubrimos cómo haciendo formas geométricas con trozos de pescado y
con una base de colores con verduras en diferentes texturas, dibujamos el mar.
·
Fósiles de pescado azul
Chips
de pescado azul pequeño como sardinas, boquerones, etc. que fácilmente comieron
ya que su aspecto es muy divertido y, además, pueden ser la base de un plato
completo si los usamos como lasaña de pescado y un relleno de verduras en
trocitos pequeños, etc.
La
técnica es muy fácil y además no necesita utilizar ningún horno ni calor
directo del fuego. Se hicieron en el microondas y con papel de horno. Solo
bastaba con hacer rodar un rodillo.
·
¡De primero pescado!
En
este taller se hicieron tres recetas:
-
Empanada invertida de sardinas y verduras troceadas.
-
Lasaña de bacalao y suave bechamel de espinacas.
-
Patatas con bonito (marmitako).
·
El mar en una ensalada
Ingredientes
de ensaladas o como aperitivo en forma de brocheta sobre una base de verduras
frescas de temporada. Forma divertida para introducirles la estética de una ensalada
y el pescado combinados.
Es muy importante la formación para el canal de
restauración y específicamente para aquellos catering de colegios y escuelas.
Esta
premisa nos permite definir una serie de objetivos que serían interesantes en
este caso:
-
Uso de diversas técnicas culinarias y sin abuso de preparaciones con alto
contenido en grasas como fritos, rebozados o empanados.
-
Menús que aporten entre 525-700 Kcal y que se correspondan con el 35% de las
calorías necesarias diarias totales para estas edades.
-
Asegurar la frecuencia semanal de alimentos básicos como verduras, pescados,
frutas, etc.
-
De postre, sobre todo fruta fresca y lácteos sencillos.
-
Alimentos de temporada o estacionales.
Autores: Belén Castro Rodríguez, Jorge Martínez
Fernández y Alfonso Perote Alejandre. ©Fundación
Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara
Ø
Para saber más:
Web Comedores saludables de la
Consejería de Salud-SANCYD: Ofrece
amplia información sobre cómo mantener unos hábitos de alimentación
equilibrados, y criterios para valorar desde un punto de vista nutricional la
adecuación de los menús que se ofrecen en los comedores colectivos.
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