En
estos días festivos y en los que el buen tiempo ya va acompañándonos, podemos
disfrutar de unos entrantes saludables en compañía de amigos y familiares, sin
renunciar al sabor de patés como éste, que no tiene nada que envidiar a uno de
hígado tradicional, pero sin colesterol y con los beneficios añadidos de los
vegetales y los frutos secos.
Foto:
PactoVisual en Pixabay |
Ingredientes:
Una
bandeja de 250 g de champiñones
1
cucharada de mantequilla
El
zumo de ½ limón
1
cebolla pequeña
2
dientes de ajo
1
cucharada de aceite de oliva virgen
Unas
gotas de vinagre de manzana
3
cucharadas de harina de almendras (o un puñado de nueces)
Tomillo
Sal y
pimienta
Elaboración:
Lavamos bien los champiñones
con abundante agua y dejándolos unos minutos en remojo para que suelten la
tierra.
Tras lavarlos, los
introducimos en una olla pequeña sin escurrirlos junto con la mantequilla, el
zumo de limón y una pizca de sal. Los tapamos y los dejamos cocer durante unos
10-15 minutos a fuego suave sin destaparlos.
Aparte, doramos el ajo y la
cebolla en una sartén junto con el aceite de oliva. Cuando estén transparentes,
añadimos los champiñones, el tomillo y el vinagre y dejamos cocer a fuego suave
unos 5-10 minutos más.
Apartamos del fuego y añadimos
la harina de almendras (o un puñado de nueces) y la pimienta.
Trituramos todo con la
batidora en un vaso alto de batir y rectificamos de sal y pimienta si fuese
necesario.
Lo vertemos en un tarro o
cuenco, espolvoreamos con pimienta negra recién molida o tomillo, tapamos y
dejamos reposar el paté varias horas o una noche en el frigorífico.
Servirlo con panecilloso tostaditas integrales, con pan
pita integral, con bastoncillos de verduras, etc.
También nos puede servir como una
socorrida salsa para pasta mezclando el paté con leche evaporada o como base
para una sopa o crema añadiendo caldo.
Por: Lati
Escudero
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