Las mermeladas tradicionales
suelen llevar muchos azúcares añadidos. Esta opción nos permite reducirlos al
mínimo, a la par que aprovechamos la fruta fresca y conseguimos un aporte extra
de fibra.
Foto: raw jam_ital |
300
g de fresas
El
zumo de 1 limón ó de 1 naranja y ½ limón
2 cucharadas
de azúcar moreno o panela (o estevia al gusto) o pasta
de dátiles
2
cucharadas de semillas de chía
Elaboración:
Lavamos las fresas y les quitamos los
rabillos.
Las trituramos junto con el azúcar y el
zumo de limón. Añadimos las semillas de chía y mezclamos bien, sin batir.
Introducimos la mezcla en un bote de
cristal y lo dejamos reposar 1 noche en el frigorífico hasta que espese y adquiera
la consistencia de mermelada.
Consumimos la mezcla en los próximos 3-5
días, manteniéndola siempre en refrigeración.
Podemos proceder de la misma manera con
otras frutas al gusto p. ej piña, kiwi, melocotón, plátano y mandarina…
También podemos emplear
salvado de avena y dejar reposar la mezcla hasta que espese.
Esta ‘mermelada’ nos puede
servir como sustituto de las confituras tradicionales, para acompañar la
crema de cacahuete del post anterior, en tostadas, con crepes,
con yogur o queso fresco, para acompañar postres, etc.
Ø Para saber más:
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