Pastel griego de espinacas o ‘spanakopita’

Por Escuela de Pacientes - 9:42


Se pueden encontrar muchas versiones de esta receta mediterránea, una especie de empanada, ideal para llevar a un picnic o al trabajo. La pasta fillo es un buen sustituto del hojaldre ya que no lleva grasa, siendo un buen recurso en cualquier cocina saludable, sin perder el toque crujiente, a la vez que da juego para emplearla con casi cualquier ingrediente dulce o salado.

Foto: spanakopita

Ingredientes para 4 personas (para un molde de unos 25x20 cm)
500 g de espinacas descongeladas y muy bien escurridas
La parte blanca de 1 puerro
3 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite
300 g de queso feta escurrido
4 huevos batidos
1 manojo de perejil con tallo
250 g de pasta fillo
Eneldo
Pimienta negra
Sal

Elaboración:
En primer lugar descongelamos las espinacas en el frigorífico sacándolas un día antes del congelador (no hace falta cocerlas previamente). Cuando estén completamente descongeladas las escurrimos muy bien apretándolas sobre un escurridor hasta que no les quede nada de jugo. O bien empleamos espinacas frescas que saltearemos hasta tener también 500 g de espinacas escurridas.

Aparte, lavamos y troceamos el puerro en tiras finas y el ajo en daditos pequeños, o lo pasamos por un prensador de ajos. Salteamos ambos junto con el aceite hasta que estén dorados.

Añadimos las espinacas a la sartén, y las sazonamos con pimienta y una pizca de sal (no demasiada ya que el queso feta es algo salado de por sí). Removemos unos instantes y apagamos el fuego (no es necesario que dejemos cocer las espinacas).

Cuando la mezcla anterior esté tibia o fría, añadimos los demás ingredientes: el queso un poco desmenuzado, los huevos batidos, el perejil troceado con parte de los tallos y el eneldo (generosamente).

Precalentamos el horno a unos 160-170º.

Mientras tanto extendemos la pasta fillo sobre un paño ligeramente húmedo.

Engrasamos el molde y lo forramos con la pasta fillo como si se tratara de hojaldre o cualquier otra masa, de forma que los bordes sobresalgan un poco. Previamente reservaremos un trozo a la medida del molde para cubrir después el relleno.

Cubrimos la masa con el relleno y tapamos con el resto de masa doblando hacia dentro los rebordes. Humedecemos un poco la masa salpicándola con unas gotas de agua. Finalmente la untamos con aceite de oliva con ayuda de un pincel, y los bordes también para facilitar su manejo.

Horneamos el pastel durante unos 45-50 minutos, tapando con un poco de papel de aluminio o de hornear, que retiraremos en los últimos 5-10 minutos hasta que la masa adquiera un bonito tono dorado.

Dejamos enfriar un poco antes de cortar y servir, o bien dejamos enfriar completamente y lo servimos frío.

Acompañamos con una ensalada de pepino, yogur y menta, como la que os proponíamos en este post.

NOTA: También se pueden elaborar triangulitos individuales muy fácilmente, cortando la masa en tiras y doblando hacia los lados varias veces. Después los pintamos con aceite y los horneamos hasta que estén dorados.

Foto: bindifryñ


Algunas versiones de la receta también añaden nueces al relleno u otro tipo de verduras de hoja verde.
Por: Lati Escudero



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