Este
jugoso y original bizcocho, típico de lugares tan dispares como Turquía o
Polonia, y conocido también como ‘musgo de los bosques’ es una manera más de
incluir verduras de hoja verde en nuestra alimentación, incluyendo desayunos y
meriendas. Además de sus ya múltiples virtudes, recientemente se
han vinculado las verduras verdes frondosas con un menor deterioro cognitivo.
Bizcocho de espinacas y granada. |
Ingredientes:
300 g
de espinacas picadas congeladas
3
huevos
200 g
de azúcar (algo menos de 1 vaso)
220 ml
(algo menos de 1 vaso) de aceite -mitad de oliva suave, mitad girasol-
2
cucharadas de zumo de limón
½
cucharadita de ralladura de limón
280 g
de harina (unos 2 vasos)
3
cucharaditas de levadura química
Una
pizca de sal
Cobertura
o relleno:
250 g
de queso mascarpone
1-2
yogur griego
2
cucharadas de azúcar vainillada
Foto: noregt |
Elaboración:
Precalentar el horno a unos
160-170º.
Engrasamos dos moldes
similares para hornear dos capas finas de bizcocho.
Descongelamos las espinacas
picadas en el microondas añadiendo una ó dos cucharadas de agua y calentando a
máxima potencia unos 3-4 minutos. Las ponemos en un escurridor y las dejamos
enfriar. Es importante que sean espinacas picadas y no en hojas para conseguir
la textura deseada.
Con una batidora de varillas o robot de cocina batimos los huevos y el azúcar en un recipiente hondo hasta
obtener una mezcla esponjosa y blanquecina. Añadimos poco a poco el aceite y
seguimos batiendo.
A continuación añadimos las
espinacas, el zumo y la ralladura de limón. Mezclamos bien.
Finalmente agregamos la harina
cernida con la levadura y la sal, espolvoreándola con suavidad a la mezcla.
Horneamos la mitad de la masa
durante unos 20-25 minutos a unos 170º, o hasta que al introducir un palillo
éste salga limpio.
Dejamos enfriar el bizcocho en
una rejilla una hora y lo desmoldamos con cuidado. Procedemos de la misma forma
con el otro molde.
Mientras tanto preparamos la
mezcla de queso mascarpone, batiéndolo suavemente hasta que quede más untuoso.
Lo mezclamos con el yogur y el azúcar vainillada hasta conseguir una
consistencia cremosa (podemos emplear un sifón para conseguir una consistencia
de espuma ó mousse).
Rellenamos una de las capas
del bizcocho con la crema y tapamos con la otra capa.
Podemos cubrir también la
parte de arriba ó bien hornear un solo bizcocho, o magdalenas (ajustando los
tiempos de cocción) y en lugar de rellenar, cubrir con la crema.
Decoramos con granos de
granada, frutos rojos, pistachos, etc y dejamos reposar en el frigorífico unas
horas antes de servir.
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