Tiramisu vegano de fresas y matcha

Por Escuela de Pacientes - 10:33

Aunque ya no se hable tanto de ellas por culpa de la pandemia, las patologías cardiovasculares siguen ahí y la cardiopatía isquémica fue la primera causa de muerte en los países desarrollados en 2019. El 14 de marzo se conmemora el Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular para concienciar sobre ello. Uno de los aspectos sobre los que podemos incidir es cuidando nuestra alimentación, controlando el consumo en exceso de productos como la nata o quesos grasos. Pero…¿quién se resiste a un tiramisu? Nada de qué preocuparse si nos decantamos por una variante saludable del clásico postre,  en esta ocasión elaborado sin grasas animales, con frutas y frutos secos y sin huevo, además de no contener gluten ni lactosa. Un capricho primaveral que nos podemos permitir de vez en cuando, ideal para aprovechar las fresas que ahora están en su punto.


Foto: Dieta Sana


El mascarpone se puede emular con una crema hecha a base de anacardos y el bizcocho lo podemos elaborar sin huevo, de esta manera:

Ingredientes para unas 8 raciones:

Ø  Para la crema de anacardos:

200 g de anacardos crudos (sin tostar ni salar)

Unos 400 ml de leche vegetal al gusto (una de sabor suave, preferentemente de soja)

2 cucharadas de zumo de limón

2 sobres de azúcar vainillado (16g, unas 2 cucharadas rasas)

1 cucharada colmada de levadura de cerveza nutricional

Ø  Para el bizcocho:

240 ml de leche vegetal al gusto (1 vaso)

200 g de harina de arroz

100 g de azúcar panela (unas 8 cucharadas) ó mitad azúcar panela y mitad azúcar de coco.

30 ml de aceite de girasol (4 cucharadas)

1 cucharada de vinagre de manzana

1 cucharadita colmada de bicarbonato

Una pizca de sal

Ø  Para poner entre las capas y decorar:

Unos 500 g de fresas

1 cucharada de zumo de limón

1-2 cucharadas de azúcar (opcional)

1 cucharadita de té matcha

Elaboración:

1º La noche anterior ponemos los anacardos en un tupper en remojo junto con la leche de soja.

Al día siguiente retiramos la leche sobrante y trituramos los anacardos junto con el zumo de limón, azúcar vainillado y levadura de cerveza con ayuda de una batidora o robot de cocina. Añadiremos poco a poco algo de la leche vegetal que apartamos antes hasta que consigamos una textura cremosa y untuosa.

La leche que sobre la reservamos para mojar después el bizcocho.

2º Para elaborar el bizcocho precalentamos el horno a unos 170º.

Mezclamos en un cuenco todos los ingredientes del bizcocho y removemos bien. Debe quedar una masa bastante líquida y fácil de extender. Por el tipo de azúcar empleado, el bizcocho quedará oscuro. El azúcar de coco le aporta un agradable sabor, y conserva algunos minerales y vitaminas y aporta inulina.

Forramos una bandeja de horno con papel de hornear, la engrasamos y volcamos la masa. La horneamos durante unos 15-20 minutos, hasta que esté ligeramente dorada, firme y esponjosa. No subirá mucho porque lo que buscamos es una plancha de bizcocho fino.

Lo dejamos enfriar.

3º Lavamos las fresas y les cortamos los tallos. Las cortamos en láminas y las disponemos en un cuenco junto con el zumo de limón (y opcionalmente el azúcar). La mitad de las fresas (o un poco más) las trituraremos hasta obtener un puré fino, y las demás las reservaremos para decorar o para meterlas entre capa y capa.

4º Finalmente, con ayuda de un aro cortamos discos de bizcocho, lo regamos con 1-2 cucharadas de la leche que reservamos, ponemos una capa de puré de fresas, una de crema de anacardos y si queremos, láminas de fresas. Repetimos la operación y finalizamos con una capa de fresas. Retiramos el aro y tendremos tartitas de fresa individuales.

Foto: Dieta Sana 

O bien cortamos trozos de bizcocho a la medida del molde que vayamos a usar y procedemos de la misma manera. O bien lo preparamos en vasitos o copas individuales.

Para terminar espolvoreamos con una pizca de té matcha con ayuda de un colador y si es posible, dejamos reposar el postre unas horas antes de consumirlo.

También podemos elaborar el tiramisu de forma similar a la tradicional, mojando el bizcocho con unas cucharadas de café, omitiendo las fresas y espolvoreando al final con cacao puro.

Por: Lati Escudero

 

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