Esta
receta, típica de Italia y zonas de Francia y Suiza, sin gluten, suave y ligera,
es ideal para acompañar platos de carne o pescado, y ya que cunde mucho, la
hace ideal para cuidar la línea. Cuando preparamos pasta o arroz como
guarnición, normalmente empleamos un mínimo de 50-60 g de producto, en este
caso, con mucho menos conseguimos un buen resultado.
Foto: Pixabay |
Ingredientes
para 4 personas:
300 ml
de agua o caldo desgrasado
200 ml
de leche o bebida vegetal al gusto
140 g
de harina de maíz amarilla gruesa (tipo maizena no sirve)
½
puerro o 1 cebolla pequeña
20 g
de mantequilla
1
pizca de sal
1
cucharada de aceite de oliva
Elaboración:
Cortamos el puerro o cebolla
en trocitos muy pequeños y lo doramos junto con la mantequilla en un cazo.
Añadimos el agua, la leche y
la sal y lo llevamos a ebullición. Incorporamos la harina de maíz de golpe y
removemos sin parar hasta que espese.
Seguimos removiendo a fuego
suave durante unos 15 minutos hasta que se vaya despegando de las paredes y la
masa no sepa cruda.
Engrasamos un molde pequeño,
un tupper ó un bol con una pizca de aceite y volcamos la mezcla en él, Cubrimos
con un film transparente para que no se reseque y dejamos enfriar 1 hora
aproximadamente.
Se puede servir tal cual
desmoldando la masa sobre una tabla de madera ó bien cortamos tiras de la masa
no muy gruesas y las marcamos en una plancha o sartén con unas gotas de aceite.
Acompaña muy bien platos de
carne o pescado en salsa o especiados, un poco picantes, salsas con tomate, pisto,
chili con o sin carne, y
también con setas y quesos fundidos.
Foto: ulazarosa |
Por: Lati
Escudero
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