Ahora
que el tiempo frío acompaña, os traemos nuevas recetas de pizzas para animarse
a encender el horno y meter las manos en la masa, como continuación de las que
ya os propusimos en el post Pizzas caseras para cualquier ocasión.
Pizza
con salsa de calabaza, tomate seco y queso azul
Foto: Maggie Hoffman |
Ingredientes:
Masa
de pan o base de pizza integral comercial sin grasas hidrogenadas
500 g
de calabaza
1 cebolla
1
diente de ajo
2
cucharadas de aceite de oliva
Tomillo
Orégano
Queso
azul
Queso
Mozarella
Elaboración:
Preparamos una salsa de
calabaza pochando la cebolla y el ajo junto con el aceite en una sartén.
Añadimos la calabaza en pequeños trozos, la sazonamos con sal y pimienta y la
doramos. Añadimos unas cucharadas de caldo vegetal ó agua y tapamos hasta que
la calabaza esté deshecha.
Trituramos la salsa y
rectificamos la condimentación ó el espesor si fuese necesario.
Empleamos esta salsa como
variante de la salsa de tomate para aderezar la pizza.
Cubrimos la base de pizza con
la salsa de calabaza. Añadimos trocitos de tomates secos (ya hidratados), trocitos
de queso azul y añadimos con un poco de queso mozarella.
Sazonamos con tomillo, orégano
y unas gotas de aceite de oliva y horneamos la pizza a unos 170-180º hasta que
esté dorada y no demasiado crujiente.
Pizza
blanca con bacalao ahumado, aguacate y rúcula
Foto: Adaptada de wuestenigel
|
Ingredientes:
Masa
de pan o base de pizza integral comercial sin grasas hidrogenadas
Queso
cremoso para untar
½ cebolla
1
cucharada de aceite de oliva
1
paquete pequeño de bacalao ahumado en aceite
1
aguacate maduro
Ajo en
polvo
1
cucharada de salsa pesto
Rúcula
y albahaca fresca
Elaboración:
En
primer lugar cortamos la cebolla en tiras finas y la doramos en el aceite hasta
que esté crujiente.
Con
ayuda de un cuchillo ó espátula untamos la base de pizza con queso blanco, la
salsa pesto y cubrimos con la cebolla frita, espolvoreamos con ajo en polvo y
la horneamos a unos 170º hasta que la base esté hecha.
Mientras
tanto, cortamos el bacalao en tiras finas y el aguacate en láminas.
Una
vez que la base esté un poco dorada, la sacamos del horno y ya en la mesa la
cubrimos con el bacalao y el aguacate.
Añadimos
abundante rúcula por encima y unas hojas de albahaca y servimos enseguida para
evitar que las hojas se pongan mustias por el calor.
Ø Para
saber más:
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