Nada como una bebida caliente rica en
antioxidantes para una tarde lluviosa como las que se anuncian para el fin de
semana. Esta receta, adecuada para personas con intolerancia a la lactosa y muy
baja en grasas y azúcares, combina el cacao puro amargo con el té y las
especias.
4 semillas de cardamomo
1 rama de
canela
2 dientes
de clavo
1/2
cucharadita rasa de semillas de anís
2 rodajas
de jengibre fresco
1 rama de vainilla
1/2 l de agua
1 litro de leche de avena o soja enriquecida en calcio, ó leche sin lactosa
4 bolsitas de té negro
2 cucharadas soperas colmadas de cacao puro en polvo
Miel, estevia, sirope de ágave, azúcar moreno ó edulcorante al gusto
1 rama de vainilla
1/2 l de agua
1 litro de leche de avena o soja enriquecida en calcio, ó leche sin lactosa
4 bolsitas de té negro
2 cucharadas soperas colmadas de cacao puro en polvo
Miel, estevia, sirope de ágave, azúcar moreno ó edulcorante al gusto
Elaboración:
En
una cacerola ponemos el agua a calentar junto con el cardamomo ligeramente
machacado y el resto de especias. Lo llevamos a ebullición y dejamos hervir
unos 5 minutos a fuego lento.
Añadimos
el té, dejamos hervir 1 minuto más y colamos la mezcla.
En
un vaso o cuenco mezclamos el cacao puro en polvo con un poco del té caliente
hasta que quede sin grumos. Lo mezclamos junto con el resto del té ya colado.
Añadimos
la leche y removemos un poco, calentando de nuevo la mezcla hasta que vuelva a
hervir.
Retirar
del fuego y servir enseguida.
Endulzamos
un poco al gusto, no demasiado para apreciar mejor el sabor del chocolate y
especias, ya sea en cada taza individualmente ó todo en conjunto.
Nota:
Si queremos una alternativa libre de excitantes, escogeremos un té sin teína ó
té tipo rooibos.
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