Estos
deliciosos bollitos, muy populares en Estados Unidos y otros países de América
del Sur, se pueden preparar, en su versión ‘Rica y Sana’ con harina integral,
aceite de oliva, nueces y con poca cantidad de azúcar, de manera que supongan
una opción de desayuno o merienda casera más saludable que cualquier bollería
comercial. Ahora que encender el horno no es una tortura, podemos animarnos a prepararlos
con la masa de pan que recogíamos en este post, o bien con la siguiente receta, más
parecida a un pan de leche.
Ingredientes:
1
vaso de leche desnatada tibia
½
pastilla de levadura prensada de panadería
3
y ½ ó 4 vasos de harina, mitad blanca y mitad integral (aprox 500 g)
½
cucharadita de sal
1
huevo
50
g de azúcar moreno
50
g de aceite de oliva suave
Para
untar sobre la masa:
Azúcar
moreno para espolvorear
50
g de mantequilla derretida
Canela
molida abundante
Nueces
troceadas (opcional)
Elaboración:
Colocamos la leche tibia en un bol amplio, junto con el
huevo batido, la levadura y el azúcar, y mezclamos hasta que la levadura se
deshaga. Añadimos a continuación la harina, la sal y el aceite de oliva.
Mezclamos todo bien con ayuda de las
dos manos y volcamos la mezcla sobre una superficie de trabajo enharinada.
Añadiremos harina hasta que la masa se pueda trabajar sin que se nos pegue a
los dedos.
Amasamos bien, unos 10 minutos, hasta que no
quede nada de harina visible y se pueda formar una bola ligeramente elástica
que no se pegue.
Cubrimos la masa con un paño y la dejamos fermentar
durante aproximadamente 1 hora, aunque esto dependerá mucho de la
temperatura ambiente y de la cantidad y calidad de la levadura
empleada. Más o menos la masa deberá doblar su volumen.
Dividimos la masa en 3 ó 4 partes. Limpiamos y
enharinamos una mesa de trabajo y estiramos la masa formando un cuadrado con
ayuda de un rodillo hasta que quede fina, aprox unos 3mm.
Con ayuda de un pincel de cocina, untamos la masa de
mantequilla derretida, y espolvoreamos con un poco de azúcar, canela molida
abundante y opcionalmente, las nueces troceadas.
Enrollamos bien la masa formando un rollo alargado,
apretando los extremos para que el azúcar y canela no se salgan.
Con un cuchillo cortamos trocitos uniformes, que
iremos colocando en una bandeja de horno engrasada.
Dejamos que la masa fermente de nuevo en la bandeja
hasta que los bollos vuelvan a doblar su volumen.
Transcurrido este tiempo, introducimos los bollos en
el horno ligeramente precalentado, y horneamos a temperatura media (unos
160-170º), durante unos 20 minutos.
El tiempo también será variable en función del horno.
Los rollitos deben quedar ligeramente dorados y con el azúcar de los bordes
ligeramente caramelizada.
Desmoldamos inmediatamente con ayuda de una espátula y
los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Por: Lati Escudero
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