Insuficiencia cardíaca: recomendaciones y recursos prácticos
Por Escuela de Pacientes - 14:04
Aunque tal vez consideremos que nuestros hábitos
de alimentación actuales sean bastante sanos, si padecemos de insuficiencia
cardiaca puede que tengamos que reducir elementos como la sal, las grasas y el
alcohol, y controlar estrechamente nuestro peso.
1. Mantenimiento de un peso saludable
La insuficiencia cardíaca suele modificar
el peso con rapidez, que indican cambios en la enfermedad que se deben vigilar
estrechamente.
- Aumento
de peso
Un aumento repentino de peso puede deberse a retención de líquido o a comer en exceso.
Un aumento repentino de peso puede deberse a retención de líquido o a comer en exceso.
El aumento de peso originado por
retención de líquido aumenta la carga de
trabajo del corazón, el cual tiene que bombear con más fuerza para mover el
exceso del líquido en la sangre hacia el organismo. Si estamos reteniendo
líquido, habitualmente engordaremos con
rapidez.
El aumento de peso por comer en exceso
supone una sobrecarga, ya que aumenta el área de tejido corporal que debe recibir
oxígeno. El corazón tiene que trabajar más para que se puedan realizar las actividades
cotidianas. Si se ingieren demasiadas calorías, habitualmente engordaremos con más lentitud. No obstante, este
tipo de aumento de peso también empeora los síntomas y la enfermedad.
En este enlace podemos encontrar
algunos Consejos
Saludables para Perder Peso.
- Adelgazamiento
El adelgazamiento no intencionado durante un período breve puede ser grave. Es posible que indique que no se están tomando suficientes calorías o que la insuficiencia cardíaca o la inactividad están provocando una pérdida de músculo. También puede indicar que la dosis de diurético es demasiado alta.
El adelgazamiento no intencionado durante un período breve puede ser grave. Es posible que indique que no se están tomando suficientes calorías o que la insuficiencia cardíaca o la inactividad están provocando una pérdida de músculo. También puede indicar que la dosis de diurético es demasiado alta.
Si estamos adelgazando y tenemos dificultad para
ganar peso, es posible que nos recomienden una dieta rica en calorías y
proteínas. También comer con más frecuencia y en cantidades más pequeñas.
Es aconsejable controlar el peso pesándose a diario,
preferentemente a la misma hora del día, y anotarlo en una hoja de control de
peso.
2. Reducción del consumo de sal
Es importante en las personas con insuficiencia cardíaca. El organismo necesita sal para funcionar, pero sólo en cantidades muy pequeñas, y la mayor parte de los alimentos contienen sal de forma natural, por lo que no se deben tomar más de2 a 3 gramos al día.
Es importante en las personas con insuficiencia cardíaca. El organismo necesita sal para funcionar, pero sólo en cantidades muy pequeñas, y la mayor parte de los alimentos contienen sal de forma natural, por lo que no se deben tomar más de
A causa de la insuficiencia cardíaca,
el organismo tiene que manejar una cantidad adicional de sal y agua, lo que
provoca la acumulación de líquido sobrante, que produce hinchazón de los
tobillos, los pies o el estómago y aumento de peso. También causa congestión pulmonar y disnea. El corazón tiene
que trabajar más al aumentar el volumen de sangre que debe bombear al
organismo.
La sal también aumenta la sed. Por ello, tomar muchos alimentos salados nos hará beber
más.
En este
enlace podemos encontrar consejos
dietéticos y recetas que ayudan a reducir el consumo de sal. Además,
siempre es conveniente comprobar el contenido de sal en la etiqueta
de los alimentos y elegir bien lo que se come al acudir a un restaurante.
Es posible que aunque no se presenten los síntomas de acumulación de líquido o
estemos tomando un diurético, la reducción del consumo de sal nos
haga sentirnos mejor y contribuirá a que
el tratamiento sea más eficaz. Se ha demostrado que una dieta con poca sal
es importante para la prevención de las enfermedades cardíacas, por lo que familiares
y amigos se beneficiarán también de reducir el consumo de sal.
3. Grasas y colesterol
El consumo excesivo de grasas (en
particular, las grasas saturadas),
puede aumentar las concentraciones de lípidos y colesterol en
la sangre. La elevación del colesterol sanguíneo puede ocasionar enfermedad
coronaria, con el resultado de infarto
de miocardio e
insuficiencia cardíaca.
Además, los alimentos con alto
contenido de grasa también contienen muchas calorías, lo que favorece el aumento de peso.
En este enlace encontraremos una recopilación
de consejos y recetas para reducir el colesterol.
También
se debe evitar el consumo de alcohol,
y puede ser necesario controlar la
ingesta de líquidos y aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio (esto se consigue fácilmente
consumiendo diariamente abundantes frutas y verduras frescas).
Ø Para
saber más:
http://www.heartfailurematters.org: Información
práctica para los pacientes, las familias y los cuidadores.
Recetario
de cocina: De la mesa al corazón
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