ADITIVOS ALIMENTARIOS (I): ¿QUE DEBEMOS SABER SOBRE ELLOS?
Por Escuela de Pacientes - 14:22
Los aditivos, como su mismo nombre
indica, son sustancias que se adicionan intencionadamente a los alimentos con
un propósito tecnológico para conservarlos y evitar el crecimiento de
microorganismos nocivos para el organismo, o bien para mejorar su aspecto,
textura, sabor o duración.
Al
convertirse en componentes de los alimentos son, por tanto, ingredientes y, por
ello deben figurar en el etiquetado de los alimentos, bien por su nombre o bien
por su número E. De esta manera, el etiquetado proporciona información al
consumidor que le va a permitir elegir o evitar consumir alimentos que
contengan determinados aditivos. El hecho de que un aditivo tenga un número E
asignado da garantías de que el aditivo ha pasado controles de seguridad y que
ha sido aprobado para su uso en la Unión Europea, además de facilitar su
nomenclatura entre todos los países.
Dentro de los aditivos, se distinguen distintos grupos según la función que desempeñen; pueden ser
conservantes, colorantes, estabilizantes, emulsionantes (mejoran la textura y
evitan la formación de grumos), espesantes, etc.
La
autorización de uso de un aditivo está sujeta a tres condiciones:
- se pueda demostrar una necesidad tecnológica suficiente y
cuando el objetivo que se busca no pueda alcanzarse por otros métodos
económica y tecnológicamente utilizables
- no representen ningún peligro para la salud del
consumidor en las dosis propuestas, en la medida en que sea posible
juzgar sobre los datos científicos de que se dispone
- no induzcan a error al consumidor
Normativa
Los
aditivos se regulan en toda la Unión Europea por el
Reglamento
(CE) Nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de
2008, sobre aditivos alimentarios.
En el Reglamento
(UE) Nº 1130/2011 de la Comisión de 11 de noviembre de 2011, por el que
se modifica el Reglamento anterior, se recogen las listas positivas de los
aditivos que se pueden utilizar en el territorio de la Unión y se indican
las dosis máximas y los alimentos en los que se pueden adicionar.
Falsas
listas de aditivos alimentarios peligrosos
Periódicamente aparecen
listas de aditivos alimentarios, avalados por falsos profesionales u hospitales
inexistentes tanto españoles como europeos, que a menudo producen alarma social.
La Agencia
Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha desautorizado algunas
de esas listas. La falsedad de estas listas no ofrece ninguna duda puesto que
el E-330 figura en ellas como “el
más peligroso cancerígeno”, cuando no es más que ácido cítrico, estando este
ácido ampliamente distribuido en las células vivas tanto vegetales como
animales y en concreto, es muy abundante en los frutos denominados “cítricos”
(ejemplo, en el limón).
En cuanto a los
números E-241, E-447 y E-467 no corresponden a ningún aditivo.
Los números E-125
y E-225, si bien corresponden a aditivos, fueron prohibidos en su día y
actualmente no están autorizados en España ni en ningún otro Estado miembro de
la Unión Europea.
Conviene señalar
que en España, al igual que en todos los países de la Unión Europea, para que
un aditivo pueda ser utilizado en la elaboración de un producto alimenticio,
debe haber sido autorizado mediante su inclusión en las listas positivas de
aditivos de conformidad con el Reglamento 1333/2008 del Parlamento Europeo y
del Consejo antes indicado. Previa introducción en las listas comunitarias, la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) debe realizar una evaluación
de su seguridad.
Por otra parte,
se puede proceder a la retirada de la autorización de un aditivo en productos
alimenticios, si en función de la evolución de conocimientos científicos, surge
alguna duda sobre la inocuidad del aditivo y la seguridad de su empleo.
En muchos casos son sustancias
presentes de forma natural en los alimentos
Aunque haya nombres de aditivos que nos suenen a chino, muchos son
sustancias naturales y totalmente
inofensivas, aunque vayan camufladas con una E. Son vitaminas, especias,
clorofilas, etc, como por ejemplo:
E-100: Extracto de cúrcuma
E- 101: Vitamina B2
E-140 y E-141: Clorofilas
E-160: Carotenos (precursores de
la vitamina A)
E-161: Xantofilas (colorantes
naturales presentes en flores y caparazones de animales)
E-162: Rojo de remolacha
E-163: Antocianinas (se suele
obtener de la piel de la uva)
E-172: Hierro
E-200 a E-203: Acido sórbico y
sorbatos (presentes en las frutas, aunque para uso como aditivo se obtiene de
forma sintética)
E-260 a E-263: Acido acético y
derivados (Vinagre)
E-270: Acido láctico
E-300, E-301, E-302 y E-304: Acido ascórbico ó Vitamina C
E-306 a E-309: Tocoferoles
(precursores de la Vitamina E)
E-322: Lecitinas: presentes en la
soja y en el huevo
E-330 a E-333: Acido cítrico (presente en las frutas, especialmente en
el limón)
E-334: Acido tartárico (presente
en las uvas)
E-406 Agar agar (algas)
E-440: Pectinas (presente en las
manzanas)
Aditivos que conviene sean
evitados por personas con alergias
Hay algunos aditivos, en su gran mayoría colorantes y conservantes, que
deberían ser evitados por personas con alergias y asma, por los alérgicos a la
aspirina, y los que sufran de eczema.
En particular, los aditivos E-102, E-104, E-110,
E-124 y E-129
podrían TENER EFECTOS NEGATIVOS SOBRE LA ACTIVIDAD Y LA
ATENCION DE LOS NIÑOS.
E-102: Tartracina: Presente en refrescos,
salsas, postres, etc. Muy empleado como colorante para dar color amarillo a las paellas y cazuelas. Podemos evitar su
empleo sustituyéndolo fácilmente a nivel
casero por la especia cúrcuma.
E-104: En refrescos de naranja, yogures, helados, embutidos, productos ahumados, etc.
E-104: En refrescos de naranja, yogures, helados, embutidos, productos ahumados, etc.
E-110: En refrescos de naranja, mazapán,
mermeladas de albaricoque, helados, caramelos, aperitivos, postres.
E-122: Color frambuesa en caramelos, helados y
postres, platos precocinados, sopas de sobre, etc.
E-123: Sopas de sobre, enlatados.
E-124: Color rosa a pasteles, helados,
embutidos, yogures, mermeladas de fresa o frambuesa, etc.
E-127: Color rosa en lácteos de fresa,
mermeladas, guindas, polvos de natillas, patés de salmón y atún, etc: Al contener yodo, podría ser problemático
para determinados colectivos.
E-131: Color verde de las guindas, mermelada de
ciruela, pasteles o helados de color verde.
E-210,
E-211, E-212: Acido benzoico y benzoatos: En embutidos,
productos de repostería, salsas y mariscos.
E-220 a E-228: Sulfitos. En mostos,
mostaza, aceitunas, cerveza, conservas vegetales, salchichas frescas. Pueden provocar asma y alergias y producir efectos
irritantes en el estómago. Destruyen la Vitamina B1 pero protegen a
la vitamina C de su alteración.
En el próximo post
hablaremos de otros aditivos, los nitritos y nitratos y las ventajas e inconvenientes de su empleo.
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Para saber más:
Por: Lati Escudero
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