Corazones de alcachofa confitados en aceite de oliva
Por Escuela de Pacientes - 17:34
Hace unas semanas alertábamos
del aumento
del consumo de bebidas alcohólicas y de picoteo entre
la población durante el confinamiento. Hoy destacamos la
buena noticia del aumento en la compra de alimentos propios de la dieta
mediterránea como frutas, verduras, legumbres, pescados o
aceite de oliva. Para que no perdamos las buenas costumbres y sigamos en esta
línea os proponemos hoy una receta sencilla, aunque no rápida, para apreciar
las alcachofas con todo su sabor.
Foto: chezsilvia |
Ingredientes:
2 kg de alcachofas
Abundante aceite de oliva
virgen extra
2 limones
1 pizca de sal
1 ramita de tomillo
1 hoja de laurel
Unas cuantas bolas de pimienta
negra
1 diente de ajo (opcional)
Elaboración:
En primer lugar preparamos un
recipiente amplio con agua y abundante limón e introducimos en él las
alcachofas. Limpiamos las alcachofas retirando las hojas duras, al menos tres
capas, hasta quedarnos con los corazones. Cortamos también las puntas y con
ayuda de la punta del cuchillo retiramos los pelitos del centro. Podemos dejar
el tallo pelando parte de la capa externa más gruesa.
Las escurrimos y las colocamos
sobre un paño de cocina limpio hasta que queden lo más secas posible y las frotamos
con el limón para evitar que se oscurezcan.
Las hojas de alcachofa
que hemos retirado las aprovecharemos para hacer un buen caldo de verduras,
que nos puede servir para añadir a un arroz, guiso, lentejas, etc.
En una olla más ancha que alta
vamos colocando las alcachofas boca arriba, de manera que queden encajadas unas
junto a otras hasta completar toda la base de la olla.
Añadimos las especias y la sal
y abundante aceite de oliva virgen hasta cubrir por completo las alcachofas y
tapamos la olla.
Ponemos a calentar el aceite a
fuego muy lento, si tenemos vitrocerámica a escala 3 de 10, y si tenemos gas,
al mínimo, en el fuego más pequeño. También podemos emplear un robot de cocina
programando la temperatura a unos 60-70ºC sin movimiento.
El aceite nunca debe hervir,
sólo estar caliente.
Dejamos que las alcachofas se
vayan confitando lentamente durante varias horas.
Sabremos que las alcachofas
están hechas cuando estén tiernas por el centro al pincharlas con un cuchillo.
Una vez listas, las guardamos
en tarros de cristal esterilizados y cubrimos las alcachofas con aceite hasta
el borde, de esta manera se pueden conservar mucho tiempo.
Otra opción es colocar las
alcachofas bien cubiertas de aceite directamente en tarros de cristal
esterilizados y ponerlos a cocer al baño María durante aproximadamente 1 hora,
lo cual acorta el tiempo de cocción.
Podemos servirlas para
acompañar por ejemplo una ensalada con canónigos, como entrante, para preparar
un montadito con tomate, melva y alcachofa, para añadir por encima de una crema
de verduras, para añdir junto con el aceite a un sofrito de un arroz, etc…
Ø Para saber más:
Por: Lati Escudero
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