10 trucos primaverales para una despensa más llamativa y saludable
Por Escuela de Pacientes - 10:51
Un
aspecto clave para hacer elecciones alimentarias adecuadas es la organización
de la compra y su disposición en la cocina, haciendo hincapié en que en nuestra
despensa, nevera y encimera haya siempre disponibles opciones saludables. Al
igual que en los supermercados las estanterías se organizan de forma que el
cliente tenga más a mano lo que quieren que se compre, y se cuida la estética
de los productos, es decir, el marketing, en nuestra cocina debemos hacer lo mismo
para que todos, desde los más pequeños de la casa hasta los más golosos,
encuentren opciones sanas, a su alcance y
que entren por el ojo.
1. Organizar la compra con una lista, no comprar
con hambre y diseñar los menús semanales para comprar en consonancia.
Foto: Pixabay buy-1297592_1280 |
2.
Hacer compras
más frecuentes y pequeñas para poder disponer siempre de productos frescos.
De lo contrario tenderemos a comprar muchos enlatados, preelaborados y otros
productos de larga duración no siempre saludables y que no estimulan nuestra
creatividad a la hora de probar a cocinar platos nuevos.
3.
Fruta y
verdura lavada y lista para comer al alcance de la mano:
Dejar a menudo y a mano en la encimera de la cocina fruta lavada fácil de
consumir: manzanas, albaricoques, plátanos, uvas, fresas, etc,…u hortalizas
como hojas de lechuga, zanahorias…
4.
Cuando abramos la despensa, evitemos que lo primero que nos encontremos
sean los alimentos problemáticos que no sepamos gestionar y sean una
tentación constante. Lo mejor es evitarlos totalmente o sino hay más remedio,
guardar estos productos en las estanterías más altas o de difícil acceso.
5.
Para
el picoteo, además de frutas podemos disponer de chips de verduras,
tortas de maíz o arroz, frutos secos o palomitas sin sal, encurtidos, verduritas
troceadas (palitos de zanahoria, pepino, pimiento, apio…) junto con paté de
garbanzos, pesto ó paté de sardinas…tomates cherry de varios colores, etc…
6.
Al
abrir la nevera: Lo ideal es encontrar agua, leche desnatada,
tés ó infusiones frías en bonitas jarras ó botellas de cristal, cervezas sin
alcohol, batidos de frutas, una jarra de gazpacho, tuppers con fruta troceada:
melón, sandía, etc. Requesón, queso tipo quark y otros lácteos descremados no
azucarados.
7.
Bolsas de ensalada
ó brotes verdes para que no dé pereza prepararse una ensalada en cualquier
momento. Si lavamos lechuga y la envolvemos en un paño húmedo, podremos
conservarla varios días sin que se oscurezca.
8.
Para cuando los más jóvenes de la casa ataquen el frigorífico, conviene dejar a
su alcance carnes magras, palitos de mar, huevos duros cocidos, fiambre de
pavo, restos de pechuga de pollo a la plancha ó de tortilla, mini tostas de pan
con tomate y queso, masas de pizza integral…
9.
En el congelador
es un buen recurso tener siempre plátanos congelados para preparar batidos y
helados, bolsas de frutos rojos, frutas troceadas variadas (aprovechar para almacenarla
cuando nos sobre fruta madura), bolsas de verdura congelada lista para usar…
10. Para
cuando entre el gusanillo por algo
dulce, algunas opciones
saludables son: un bote con frutas desecadas variadas (ciruelas pasas, dátiles,
higos secos, arándanos, pasas…), chocolate negro de más de 70% cacao, yogur
descremado, frutas variadas, fresas, mermeladas caseras, helados o postres
caseros sin o con muy poco azúcar…
Ø Para saber más:
Por: Lati Escudero
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