Siempre
que formen parte de una dieta equilibrada y saludable, por su gran contenido en
ácidos grasos omega-3, fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, las
semillas pueden constituir unas buenas aliadas de la salud cardiovascular.
Mezcla
de semillas para ensaladas
Ingredientes:
20 g
de pipas de girasol
20 g
de semillas de calabaza
20 g
de semillas de lino
20 g
de semillas de sésamo
20 g
de semillas de chía
20 g
de semillas de amapola
Sal
(opcional)
Elaboración:
Colocamos todas las semillas
en una cacerola ó sartén honda (ya que algunas semillas pueden saltar
fácilmente).
Las calentamos a fuego lento y
tostamos las semillas ligeramente, sin que lleguen a coger un color oscuro.
Dejamos que se enfríen un poco
y a continuación las trituramos con ayuda de un mortero ó un molinillo de café.
De esta manera aprovecharemos mejor los nutrientes que contienen, al no pasar
intactas por nuestro tracto digestivo.
Una vez enfriadas se meten en
un bote de cristal y se consumen en pocos días, para evitar que la mezcla se
deteriore, motivo por el cual es preferible preparar pequeñas cantidades para
consumir a menudo.
Es ideal para espolvorear
sobre cualquier ensalada.
Semillas
de lino garrapiñadas con coco
Ingredientes:
50
g de semillas de lino
50
g de azúcar ó azúcar de caña
25
g de coco rallado
Elaboración:
Como comentamos en la receta
anterior, colocamos las semillas y el azúcar en una cacerola ó sartén honda (ya
que algunas semillas pueden saltar fácilmente).
Vamos removiendo
constantemente a fuego medio hasta que el azúcar se derrita y se torne de color
dorado. Añadimos el coco y dejamos que también coja color, con cuidado ya que
se tuesta rápidamente.
Extendemos la mezcla sobre un
papel de hornear y dejamos que se enfríe. Conforme se enfríe se formarán
pequeños grumitos ó migas, crujientes y garrapiñadas.
Podemos consumirlas tal cual ó
añadirlas al yogur, postres, etc.
Ya que las semillas de lino
son duras, masticarlas bien para aprovechar al máximo sus nutrientes.
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