Estamos
en plena temporada de fresas, y ¡antes de que nos demos cuenta habrá pasado!, aprovechemos
estos meses para consumirlas de todas las maneras y preparar algunas recetas
ricas y ligeras con esta fruta tan apetitosa y saludable, muy baja en azúcares,
y rica en vitaminas como el ácido fólico y la vitamina C.
Las fresas y los fresones, del género Fragaria, son originarias
de América y nos llegaron a España con los primeros colonos de Virginia (EEUU) en
el siglo XIX. Más tarde se realizaron cruces con una variedad
chilena, consiguiendo una fresa grande y sabrosa. En España, la provincia de
Huelva es la más especializada en este cultivo, representando la producción de más
del 65% del volumen nacional. Las
fresas y fresón españoles tienen fama de tener una gran calidad y son muy
demandadas por el resto de países europeos.
Propiedades
nutricionales
Las fresas destacan
por su aporte de vitamina C (60 mg por
cada 100 g )
y ácido fólico, aunque no es
despreciable su contenido en fibra,
potasio y calcio (30 mg por cada 100 g ). Las
fresas también son ricas en diversos compuestos fenólicos con actividad
antioxidante.
Numerosos
estudios reconocen las bondades y ventajas de una alimentación rica en frutas y
verduras, por su elevado aporte de antioxidantes y compuestos bioactivos que juegan
un papel preventivo frente a enfermedades degenerativas u otro tipo de patologías crónicas.
En concreto este estudio
incide en el papel protector de las fresas frente a las patologías
cardiovasculares.
Por otra
parte, este trabajo
recientemente publicado hace una revisión del papel de los polifenoles
presentes en la fresa.
En lo que se refiere a
compuestos orgánicos, las fresas y fresones aportan ácido cítrico (de acción
desinfectante y alcalinizadora de la orina, y que potencia la acción de la
vitamina C), ácido salicílico (de acción antiinflamatoria y anticoagulante),
ácido málico y ácido oxálico, aspecto que debe ser tenido en cuenta por
personas con predisposición a los cálculos de oxalato.
Cómo
conservarlas
Las fresas se estropean con mucha facilidad y su vida útil es más bien
corta, sobre todo si están muy maduras, por lo que deben consumirse rápidamente
después de su compra.
Para conservarlas mejor es recomendable:
- Retirar las fresas estropeadas
- Taparlas con film transparente sin que éste toque las fresas. Se deben tapar porque desprenden un olor
que otros alimentos pueden absorber
- Colocarlas en un recipiente lo más horizontal posible en el frigorífico
- No amontonarlas
- En función de su grado de maduración duran de cuatro a cinco días en el
frigorífico.
Al comprarlas, deben tener una apariencia fresca y brillante y tener los
tallos intactos, que se deben retirar tras lavarlas y justo cuando se piensen consumir.
También es preferible lavarlas justo antes de comerlas.
Recetas con fresas
y fresones
Lo mejor es tomarlas solas
para disfrutar de su sabor, pero también podemos mezclarlas con zumo de limón ó
de naranja ó con leche. También es frecuente añadirles unas gotas de vinagre para realzar su sabor.
En ensalada aportan
colorido y potencian otros sabores, por ejemplo, combinan bien con las judías verdes hervidas ó las espinacas frescas.
En próximos posts
aprenderemos a preparar mousse de fresa y tarta de fresas.
Ø Para saber más:
Por Lati Escudero
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