Para sacarle el máximo partido a la berenjena y seguir consumiendo
hortalizas de temporada traemos hoy una receta de origen murciano. Aunque se
llama morcilla de verano o de primavera, en Murcia -región afamada
por sus verduras de la huerta- se suele cocinar todo el año. Es un plato muy
sencillo de preparar, sabroso y que se puede elaborar en cantidades grandes,
para congelar y emplearse como relleno de empanadas, guarnición, revueltos…
Foto: Javier García |
Ingredientes para 4 personas
2 berenjenas grandes
3 cebollas medianas
3 cucharadas de aceite de oliva y aceite para freir
50g de piñones
1 cucharada de orégano seco
1/2 cucharadita de comino molido (opcional)
sal y pimienta
Elaboración:
La berenjena tiende a absorber mucho
aceite al ser su carne porosa. Para evitarlo, cortamos la berenjena sin piel en
daditos y la cubrimos de agua con sal durante unos 10 minutos. A continuación
escurrimos y presionamos bien para eliminar todo el aire y agua, lo cual en
parte evitará que coja aceite en exceso.
Se fríe en
abundante aceite bien caliente ó freidora hasta que la berenjena quede dorada.
Escurrimos
en papel absorbente.
Mientras
troceamos la cebolla también en dados ó en juliana (a tiritas).
En una
sartén con las 3 cucharadas de aceite, pochamos la cebolla a fuego suave, para
que no se dore y quede blandita.
Juntamos los
ingredientes en una olla, sazonamos y añadimos los piñones y el orégano.
Mezclamos bien manteniendo a fuego lento hasta que se forme una masa de color
pardo.
Retiramos el
posible exceso de aceite y servimos caliente en una fuente ó bandeja como si de
un pisto se tratara.
Se puede acompañar
con rebanaditas finas de pan ó picos.
Estas
recetas tradicionales tienen muchas variantes según gustos y zonas. En algunas
casas no añaden comino y en otras se les pone clavo.
Ø Para saber más:
Otra receta
muy típica de la cocina murciana es el zarangollo
(revuelto de calabacín).