El chocolate se hace con los granos del cacao (Theobroma cacao), árbol cultivado desde tiempos antiguos en las regiones tropicales de Sudamérica y en las Antillas.
Su duración es larga, llegando a los ochenta años. Sus flores son pequeñas y de colores variados, desde el blanco y el rojo al púrpura, pasando por el verde, amarillo y rosado.
Origen
Origen
Fue en las civilizaciones azteca y maya donde el cultivo y consumo del cacao tuvo un mayor desarrollo. Los españoles lo introdujeron en Europa hacia 1520.
Según una antiquísima leyenda azteca, Quetzalcóatl, una de las divinidades más importantes veneradas por este pueblo, trajo a la tierra sus semillas y las ofreció a los hombres para que pudieran participar de las delicias de un manjar apreciado por los dioses. Posiblemente en esta leyenda se inspiró el sueco Linneo para designar este género como Theobroma, que significa ‘manjar o alimento de los dioses’. El nombre cacao procede del idioma náhuatl de los Mayas de Centroamérica a quienes se atribuye el desarrollo de su cultivo, aproximadamente en el 250 a.C.
Los españoles guardaron por mucho tiempo el secreto de esa maravillosa bebida cuyo consumo se difundió posteriormente a otros países europeos, siendo los ingleses quienes modificaron la preparación del chocolate añadiéndole leche en lugar de agua a comienzos del siglo XVIII.
Aunque en sus inicios fue un producto reservado a la gente adinerada, con el tiempo se fue popularizando, teniendo hoy día un consumo masivo. Para ello hubo que esperar la elaboración industrial del polvo de cacao, iniciada por una empresa de un holandés que registró la patente en 1828.
El procedimiento consistía básicamente en extraer la manteca de cacao, a la cual pronto se le buscó la utilidad, al mezclarla con azúcar, preparando el chocolate tal como se conoce hoy día, es decir, en barras, puesto en venta por primera vez en 1847.
Sugerencias
Esta semana os recordamos la receta del brownie vegano, también sin gluten y os pasamos el enlace de la receta del Bundt Cake de Chocolate y Calabacín.
Otra opción ocasional y saludable para la merienda de los pequeños puede ser un trozo de pan de pueblo con aceite de oliva y unas onzas de chocolate negro!
Ø Para saber más:
El chocolate reduce un tercio las posibilidades de enfermedades cardiacas
Un estudio señala que reduce los niveles de glucemia y colesterol malo, y aumenta los niveles de colesterol bueno
Hoteles sobre Chocolate en Inglaterra e Italia.
Por: Lati Escudero
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