La vitamina D, además de jugar un papel esencial en la formación de huesos y dientes también podría proteger frente a infecciones respiratorias y tener un papel relevante a nivel inmunológico. Recientes estudios han puesto de manifiesto que algunos pacientes afectados por coronavirus tienen bajos niveles de vitamina D en sangre, pero que dicho déficit, según otros estudios, no se relaciona con la gravedad de la enfermedad. Otros estudios aclaran que ni consumir determinados alimentos ni tomar el sol sería útil. Lo cierto es que aún queda mucho por investigar, pero mientras tanto no está de más que por nuestra parte sigamos consumiendo pescados azules, huevos y lácteos enriquecidos, potenciando nuestras defensas, y tomando el sol en pequeñas dosis, formando parte de un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada.
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Foto: greatitalianfood |
Las fuentes naturales de esta vitamina liposoluble son los pescados azules, ya sean frescos, congelados y en conserva, la yema de huevo, la leche y lácteos no descremados, la mantequilla, nata y el hígado.
También podemos encontrar vitamina D en las margarinas y
cereales de desayuno enriquecidos en vitamina D y las leches
semidesnatadas ó desnatadas enriquecidas, siempre que se especifique en el
etiquetado. Los champiñones también contienen pequeñas cantidades de
vitamina D, especialmente las setas shiitake (0,5 µg/100g)
Producto |
Microgramos por cada 100 g*: |
Caballa, jurel, sardinas, boquerones, salmón,
atún, conservas de pescado en general… |
Unos
20 µg/100g |
Margarinas enriquecidas en vitamina D (verifique la tabla de
información nutricional en la etiqueta del alimento) |
8
µg/100g |
Yema de huevo |
6
µg/100g |
Hígado |
Unos 2
µg/100g |
Leches enriquecidas en vitamina D y mantequilla |
0,75
µg/100g |
Leche y nata, yogur griego, quesos en general |
0,3
µg/100g |
*1 microgramo (µg) de colecalciferol = 40 UI
(Unidades Internacionales), otra forma de medir los requerimientos de vitamina
D.
Las Ingestas Dietéticas de Referencia que ha establecido la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) están en torno a los 15 microgramos/día, en función de la edad. Cubrir estos requerimientos es especialmente importante en niños y adolescentes, embarazadas y ancianos, sobre todo si hay patologías crónicas.
Esto
implicaría consumir pescados y huevos varias veces a la semana junto con
lácteos no descremados o enriquecidos, formando parte de una dieta equilibrada.
No
obstante, la mejor e ilimitada fuente de vitamina D está constituida
por la luz solar, que convierte a la provitamina ó precursor de la vitamina
D (el 7-dehidrocolesterol) en vitamina D3 ó colecalciferol. Cuando los rayos UV
tienen contacto con la piel este 7-dehidrocolesterol sufre unas transformaciones produciendo
vitamina D3, que se transformará en la forma activa de la vitamina después de
activarse en hígado y riñón.
Según la Organización
Mundial de la Salud, es suficiente con exponer la cara y los
brazos al sol durante unos 30 minutos al día, fáciles de conseguir
para la mayoría de la población española en primavera y en verano. Si bien la
protección contra la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta es
una preocupación desde el punto de vista de la salud, estas
radiaciones, en pequeña cantidad, son esenciales para la buena salud porque
intervienen en la producción de la vitamina D por el organismo.
Es
sorprendente lo rápido que se pueden restablecer los niveles adecuados de
vitamina D por exposición a la luz solar. Solo 6 días de exposición
casual al sol sin bloqueador de sol puede compensar por 49 días sin exposición
a la luz solar. La grasa corporal actúa como una batería para guardar
la vitamina D. Durante los períodos con luz solar, la vitamina D permanece en
la grasa y es liberada cuando se va el sol.
Paradójicamente,
pese a que en nuestro país tenemos abundantes horas de sol, un amplio sector de la
población sufre niveles bajos de vitamina D. En este
enlace se recogen algunas de las
posibles causas de la deficiencia de vitamina D. Las personas que casi no se
exponen al sol - como las recluidas en casa, las de piel muy pigmentada que
viven en latitudes elevadas, los lactantes de corta edad o quienes se cubren
todo el cuerpo cuando están a la intemperie deberían considerar la
conveniencia de tomar alimentos ricos en vitamina D y en algunos casos suplementos
bajo supervisión médica.
La toxicidad de la vitamina D puede ocurrir por el uso de demasiados
suplementos, nunca por los alimentos ni por la exposición solar.
Hay que tener en cuenta que los alimentos ricos en vitamina D
también son muy ricos en grasa, por lo que no conviene abusar de ellos,
sobre todo en el caso de la mantequilla ó las yemas de huevo. Pero tampoco
conviene eliminarlos radicalmente de nuestra alimentación, ya que son vehículo
de esta y otras vitaminas liposolubles necesarias en su justa medida.
Recetas
con pescado azul:
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Foto: Flickr |
Pescado con arroz y verduras al estilo senegalés (Chepuyen)
Caballa
en escabeche de naranja y frutos secos
Boquerones
crujientes con avena
Con Salmón:
Blinis
de patata con salmón y remolacha
Salmón a la plancha con curry
de calabaza
Salmón
marinado con remolacha*
Tartar
de salmón, aguacate, lima y jengibre*
*(En estos casos recordar congelar previamente el pescado
para evitar problemas con el anisakis)
Otros alimentos:
Paté
de champiñones, de
sardinas, de
atún y pimientos, paté de higaditos de pollo….
Ø Para
saber más:
-Salud
sin bulos: ¿Qué sabemos hoy sobre la vitamina D para el covid-19?
-En
invierno, verduras ricas en vitamina A y C
Por: Lati
Escudero