Foto: Isabelle@Crum |
Variedades:
En España se cultiva en Valencia y Castellón, y
destaca la producción en Andalucía (Huelva, Sevilla, Málaga y Granada), dónde
se cultiva principalmente el caqui-manzana;
una variedad no astringente, aunque curiosamente la mayor parte de la
producción en España de caquis se dedica a la exportación a otros países como
Francia, Alemania y Portugal.
En la Comunidad Valenciana destacan los
caquis con Denominación
de Origen Kaki Ribera del Xúquer de la variedad ‘rojo brillante’.
¿Cuál es la diferencia entre un caqui,
un persimon y un sharoni?
El caqui puede ser duro o blando. Si es
blando, es de la variedad ‘tomatero’;
y si es duro, de la variedad ‘rojo brillante’.
El persimon
siempre es duro, y tiene un proceso de maduración diferente y por eso es de
color naranja y no rojo como el caqui.
El sharoni
es una variedad de caqui más pequeño y chato, y se parece más a un tomate.
Propiedades
Aporta unos 68 calorías por cada 100g,
siendo su aporte calórico y en hidratos de carbono superior al de otras frutas.
Destaca por su contenido en provitamina A o beta-caroteno,
que se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita
y le confiere al fruto su color característico. Ya comentábamos en este
post que nuestro organismo necesita, especialmente en invierno,
además de vitamina C, vitamina A, para mantener en buen estado la piel y las
mucosas (entre
ellas, las que recubren el interior de los bronquios) y así reducir el riesgo
de afecciones respiratorias en estas fechas invernales. En cuanto a minerales, aporta
potasio en cantidades medias-altas, como la mayor parte de las frutas.
Recomendaciones
para su consumo
Ser una fruta muy dulce y de fácil
consumo la hace especialmente atractiva para los más pequeños y personas
mayores. Una vez maduro, el caqui se abre con facilidad y la pulpa se puede
comer con cuchara o cuchillo, según variedad.
El caqui sin madurar tiene propiedades astringentes
(sensación mixta en la boca de sequedad intensa y amargor), que se deben a su
contenido en taninos,
que varían a lo largo de la maduración del fruto.
El caqui debe estar bien maduro para su
consumo, siendo conveniente que en la compra conserven el tallo y el casquete.
Es mejor comprar frutos aún duros, que se pueden conservar refrigerados
durante un período aproximado de tres semanas.
Si aún está verde, se debe dejar a
temperatura ambiente hasta que se complete su maduración, en una caja ó
envuelto en papel; y si queremos acelerar su maduración, convendrá introducirlos
en una bolsa de papel, junto con otras frutas como plátanos.
Los caquis se consumen sobre todo frescos
y en su punto, bien maduros; aunque también son muy versátiles, permitiendo la
elaboración de ensaladas y postres como macedonias, tartas, mermeladas, etc.
Recetas
Gastronomía & Cia: Recetas
con persimon, el caqui duro
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