Estamos en plena época de cerezas, el final de la primavera y el comienzo del verano. Es en este momento cuando concentran su mayor aporte nutricional, rico en antioxidantes, azúcares, fibra soluble, carotenoides, melatonina y minerales como el potasio.
Unas 15 cerezas (aprox 100 g) nos aportan unas 50 calorías, 14 g de hidratos de carbono; 2 g de fibra y 250 mg de potasio.
Según el American Journal of Clinical Nutrition, las cerezas ocupan el puesto número 14, entre los 50 alimentos más ricos en antioxidantes.
La identificación y cuantificación de los distintos tipos de antioxidantes que concentran las cerezas, así como la determinación de su biodisponibilidad, son objeto de estudio en recientes publicaciones. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Arizona, expone que las cerezas, especialmente las más dulces, poseen múltiples nutrientes saludables, destacando su contenido en flavonoides como las antocianinas y la quercetina; minerales como el potasio, fibra, carotenoides y melatonina. La concentración en el fruto de estos compuestos varía mucho en función del grado de maduración del fruto, las condiciones de conservación, o la exposición solar. Estos nutrientes justifican los efectos beneficiosos que se le atribuyen a la cereza en la posible prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer ó Alzheimer. En estudios de experimentación in vitro y con animales las cerezas mostraron una capacidad antioxidante relativamente elevada, un bajo índice glucémico y efectos anti-cancerígenos. Sin embargo, los autores concluyen que se necesita profundizar en el estudio de sus propiedades beneficiosas en la salud humana.
Otros estudios parecen haber encontrado beneficios en la recuperación del dolor muscular tras el ejercicio intenso con la ingesta de zumo de cerezas.
La cereza, por su composición, se recomienda especialmente en casos de:
- Hipertensión arterial y retención de líquidos, por su contenido en potasio y su efecto diurético. Esta propiedad es más marcada en los pedúnculos de la cereza, que se pueden tomar como infusión, hirviendo un puñado de rabillos en 1 litro de agua durante 5 minutos. No obstante, su uso atenderá a la recomendación de un especialista, una vez que se haya demostrado la necesidad de aumentar la diuresis y no haya situaciones que puedan agravarse.
- Estreñimiento y Colesterol elevado, por su contenido en fibra.
- En caso de diabetes, se deberán escoger cerezas ácidas, que tienen un índice glucémico bajo y unos 3-4 g de glucosa por cada 100 g de producto. Las dulces por el contrario tienen un índice glucémico más alto y el doble de glucosa por cada 100 g de producto.
- Como precaución, deben consumirse con moderación en casos de cálculos de oxalato, y hay que tener en cuenta que pueden provocar indigestión y flatulencias consumidas en exceso.
- Como precaución, deben consumirse con moderación en casos de cálculos de oxalato, y hay que tener en cuenta que pueden provocar indigestión y flatulencias consumidas en exceso.
Enlaces y recetas de interés:
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