Nueva receta que nos pone encima de la mesa nuestra nutricionista de cabecera, Lati Escudero: Rollitos de primavera con albahaca y lima
Las temperaturas elevadas están llegando, y aunque aún estamos en primavera, ya apetecen platos ligeros, sabrosos y fáciles de consumir en cualquier sitio. Hoy nuestra propuesta es esta típica receta oriental pero en su versión tailandesa, con el toque refrescante de la albahaca y la lima.
Foto: creativegan
Ingredientes para unas 4-6 personas:
250 g de gambas peladas congeladas
75-100 g de fideos de arroz
2-3 zanahorias
1 puñado de brotes de soja
La parte blanca de 1 puerro
1 ramita de albahaca fresca
Unos cuantos tallos de cilantro fresco (opcional)
1 paquete de hojas de pasta brick ó “wonton” (de arroz)
La piel rallada de 2 limas
Una pizca de guindilla (opcional)
Aceite de oliva
Elaboración:
En primer lugar lavamos el puerro y las zanahorias. El puerro lo cortamos en juliana fina y las zanahorias las pelamos y rallamos.
En una sartén doramos el puerro junto con 1 cucharada de aceite de oliva. Agregamos las zanahorias ralladas, y cuando el conjunto empiece a dorarse, añadimos las gambas.
Cuando se haya evaporado el agua de cocción de las gambas, apagamos el fuego y añadimos la albahaca y el cilantro picados, la ralladura de lima y la guindilla (según gustos y comensales). El cilantro también debe usarse con moderación ya que su sabor es fuerte y puede enmascarar los demás sabores.
Mientras se enfría un poco el relleno, cocemos los fideos de arroz unos pocos minutos en agua hirviendo con sal (según grosor y marca basta a veces con introducirlos en agua hirviendo unos segundos). Cuando estén hechos los escurrimos con agua fría, les añadimos unas gotas de aceite y los mezclamos con el sofrito con las gambas. Los cortamos en trozos manejables porque suelen ser muy largos.
Extendemos las hojas de pasta brick o de arroz sobre una superficie ligeramente humedecida, las salpicamos con unas gotas de agua para evitar que estén secas y frágiles.
Cortamos rectángulos de masa y la rellenamos dejando 1 cm de por arriba y abajo, y la cerramos sobre si misma apretando bien y compactando en forma de rollito alargado. Pegamos los bordes humedeciendo ligeramente las hojas.
Freímos los rollitos en una sartén con abundante aceite de oliva bien caliente.
Escurrimos sobre papel absorbente y acompañamos con una ensalada con quinoa y edamame (ver próximos posts).
Podemos congelar los rollitos antes de freírlos, de esta manera se fríen más fácilmente.
Podemos acompañarlos con algún tipo de salsa ligera y con poca sal, ó una salsa agridulce o de cacahuetes.
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