Punica
granatum, el árbol de la
granada, fruto de otoño por excelencia, lleva entre nosotros desde tiempos
bíblicos. Aunque la granada es originaria del sur de Asia, Persia y Afganistán,
los fenicios exportaron el cultivo del granado a la zona occidental del
mediterráneo, siendo posteriormente los árabes los que la introdujeron en
nuestro país, dando su nombre a una de nuestras ciudades, Granada.
La granada se utiliza desde hace miles de años en la medicina persa pero ha
sido en los últimos años en los que se ha comenzado a estudiar sus propiedades
antioxidantes, antitumorales, antiinflamatorias y antihipertensivas entre
otras.
La capacidad
antioxidante del zumo de granada y del extracto de semilla, es
2-3 veces superior que la demostrada por el té verde y por el vino tinto.
Es una fruta de muy bajo valor
calórico (32 calorías por 100 g de porción comestible),
lo que la hace adecuada para ser consumida por personas que deseen perder peso
ó por personas con diabetes. Destaca por su aporte de potasio, lo que la convierte en diurética e hipotensora, aunque
este último mineral deberá ser tenido en cuenta en caso de insuficiencia renal
ó dietas especiales controladas en este mineral.
Es muy rica en taninos que le confieren la propiedad astringente y
anti-inflamatoria en las mucosas del tracto digestivo. La corteza y
los tabiques internos son las partes del fruto que más cantidad de taninos
presentan, por lo que el consumo de granada está indicado en caso de diarreas infecciosas, cólicos intestinales,
flatulencia (exceso de gases) y estómago delicado.
La corteza del fruto y los tabiques internos también poseen
alcaloides con propiedades vermífugas,
por lo que son muy eficaces para expulsar las lombrices intestinales.
Su contenido en ácido cítrico favorece la eliminación de ácido úrico y sus sales a través de la
orina, por lo que el consumo de granada es muy adecuado en caso de
hiperuricemia o gota y litiasis renal por sales de ácido úrico.
Destacar los resultados de varias investigaciones preliminares, que sugieren
que el beber jugo de granada podría
retardar el progreso del cáncer de próstata [1, 2, 3, 4].
La corteza, puesta a secar al sol, reducida a polvo y mezclada con
pimienta, sal y jengibre se utiliza en culturas orientales como un remedio
popular para limpiar los dientes y
fortalecer las encías sangrantes.
Cómo obtener el jugo
- Partiendo las granadas por la mitad y exprimiendo cada parte en un exprimidor de cítricos (sin presionar mucho).
- Las granadas de corteza delgada, cuando están bien maduras, se exprimen bien con las manos, apretando fuerte cada media granada, al tiempo que se la cambia varias veces de postura.
- Pasando los granos por la turmix o la batidora, a velocidad lenta y durante poco tiempo para que no se trituren las simientes. Luego se cuela.
- Pasando los granos por una licuadora, de las que al mismo tiempo que licuan expiden los residuos fuera.
- Finalmente otro sistema consiste en colocar los granos en un escurridor o en un colador grande (por ejemplo en un colador "chino") y con una mano de mortero ir apretando fuerte hasta que solo queden las simientes y haya pasado todo el zumo.
Conservación y época de recolección
Aunque las granadas
empiezan a aparecer en los mercados a mediados de septiembre, es entrado el
otoño cuando esta fruta nos ofrece sus granos en toda su plenitud, y se
mantiene hasta finales de enero. La
granada se debe de recolectar antes de que madure completamente, si no es
así, el fruto explota en el árbol. El grosor de su piel hace posible
almacenarlas durante meses y que resista bien el transporte.
Cómo extraer los granos
Para desgranar las granadas
se parten por la mitad, se coge media granada, se aprieta un poco para que se
aflojen los granos, y sobre una fuente o plato, con el corte para abajo, se la
golpea en la piel con el mango de un cuchillo grande (o similar) mientras se le
va dando vueltas con la mano. Otro procedimiento es separar el extremo del
cáliz haciendo un cuadrado con 4 cortes de cuchillo; desde cada una de las
esquinas de ese cuadrado hacer un corte poco profundo (que no toque los granos
o muy poco) que descienda hasta el pedúnculo del fruto, en el extremo opuesto.
Separar en 4 gajos el fruto y desgranarlo (o comer a bocados cada gajo).
En España se produce el 95% de las granadas de toda
la Unión Europea.
Destaca la Granada Mollar Elche, una de las granadas más valoradas por su
extraordinario sabor y su alto contenido en antioxidantes, vitaminas y
minerales.
Recetas
y usos culinarios
Lo habitual es utilizarla como complemento para
ensaladas refrescantes o en la elaboración de postres. Aunque también se puede
usar en guarniciones de carnes y pescados o en la salsa de los
asados. En la elaboración de confituras y mermeladas, o para acompañar algunos
bizcochos. También es muy apreciado su zumo, muy refrescante, y a partir del
cual se elabora la granadina.
Ø Para saber más:
Por: Lati Escudero